LA PERSPECTIVA HISTORICA DEL PROCESO PENAL.

LOS INICIOS .

EL juzgamiento es la etapa esencial de todo proceso penal. No siempre fue así, no siempre el ser humano resolvió sus controversias, conflictos y problemas, mediante un proceso judicial. En las primeras agrupaciones y sociedades, los conflictos y hechos en perjuicio de alguien, se resolvían  mediante la venganza, es decir la violencia reactiva, pura y simple. No existía ningún límite ni medida para la venganza: una ofensa, un hecho lesivo, un crimen, podían ser contestados en forma inmoderada y desproporcionada por los agraviados y/o sus familiares. Ello conducía, a una cadena de sucesivas venganzas y violencias inter-personales e intertribales, sin límite ni proporción alguna. Posteriormente, frente a la venganza sin tasa ni medida, el ser humano buscando algún criterio de proporcionalidad, llega a la llamada LEY DEL TALION, que aparece en los primeros intentos de positivización, como el Código de Hammurabi.
Aunque hoy, la llamada ley del talión es absolutamente abominable, en su momento significó la búsqueda de un criterio de racionalidad, que aunque bárbaro, trataba de encontrar algo de equidad entre el daño causado y su resarcimiento:  el ojo por ojo, el diente por diente.
Sin embargo, en el momento histórico en que las partes de un conflicto o controversia, aceptaron someter su pleito a un tercero o a un grupo de terceros, que escuchara sus versiones y argumentos, para dirimir su problema con justicia e imparcialidad: en ese momento el ser humano dio un paso en su desarrollo, y apareció el Juzgamiento.
Durante siglos, en la época primitiva, la justicia penal había estado librada al arbitrio de las partes, a la Ley del talión o a las ordalías (designio de los dioses); pero hubo un momento en que las partes de un conflicto, aceptaron someter sus diferencias a un tercero para que escuche sus puntos de vista y determine una solución. Fue entonces que, el ser humano alcanzó a configurar lo que hoy en día conocemos como JUZGAMIENTO y nuestra especie alcanzó un poco más de humanidad, tal como hoy la entendemos; puesto que renunciamos a la mera respuesta violenta, irracional, animal, para someternos a un juzgamiento que poco a poco fue adquiriendo formalidades, reglas y características establecidas. De aquellos inicios, el incipiente orden punitivo surge, vinculado en sus orígenes,  al arbitrio y voluntad de las partes, que sometían la soluciòn de su problema, a aquél tercero que con el tiempo se perfilaría como lo que hoy conocemos como: Juez.